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AMIGOS Y PRODUCTORES: @MICHELINIWINE BY PASSIONATE WINE DE MATÍAS MICHELINI

12/06/2019 Martín Ignacio Gil
AMIGOS Y PRODUCTORES: @MICHELINIWINE BY PASSIONATE WINE DE MATÍAS MICHELINI

Una de las líneas de vinos que hace el enólogo Matías Michelini como parte de su bodega Passionate Wine es @Micheliniwine y en OzonoDrinks se presentaron las nuevas añadas junto con algunas perlitas de añadas anteriores.




Pero quién mejor, que su creador, Matías Michelini, para que explique el proyecto, "la línea @ nace en el 2012 cuando decido hacer este proyecto dentro de Passionate Wine, que eran lugares, un proyecto de vinos de parcelas. Lugares que para mí eran muy especiales, por la zona donde estaban, por la gente que trabajaban el viñedo, por como me sentía cuando iba allí y empecé a hacer microvinificaciones de esos lugares, a lo mejor esas mismas uvas las usaba para hacer otros vinos, pero siempre dejaba una barrica separada para saber como era la evolución de ese vino, si después me hablaba de lo que sentía cuando iba a esos lugares, si lo representaban. Entonces por eso es un proyecto de parcelas. La realidad es que cuando los empecé a hacer no tenía ni pensado que iban a terminar siendo una línea de vinos. Y si bien comenzó la marca en el 2012, empezamos a comercializarla en el 2014. Eran y son vinos sin ningún tipo de intervención. Normalmente hago 300 botellas, osea una barrica, salvo en algunos que tengo dos barricas y son 600 botellas, pero es un proyecto que se mueve en esas cantidades.

Siempre el objetivo fue que sean vinificaciones en barricas abiertas viejas, sacando los escobajos y todo muy manual, como hacer un vino artesanal que es la forma de salir de la industrialización. Normalmente hago entre seis y siete parcelas por año, es decir, seis o siete barricas, que a lo mejor pueden llegar a diez de acuerdo a la cantidad de vino. Es una experimentación de conocer lugares y viñedos y que terminan al final con la ilusión de ponerlo en una botella y que la gente los conozca. Otra de la cosas que tiene de particular esta línea es que no siempre van a estar las mismas parcelas, ni siempre los mismos varietales ni los mismos vinos, porque normalmente uno va conociendo otras viñas, otros viticultores y otras variedades y si son especiales van a ir a @. Quizás también lo que pase es que lo que experimenté en una finca al año siguiente no me suceda. Hay muchos vinos que están hoy que quizás el año que viene ya no los haga".

Y respecto al nombre, Matías Michelini explicó: "@Micheliniwine es mi cuenta de twitter, de ahí el nombre, para que la gente a través de la botella me buscaran por esa red social y así conozcan mi trabajo".



El sommelier Martín Buonsante quien dirigió la degustación agregó que "en la línea @ es donde más se ve claramente la enología de Matías, porque casi literalmente embotella el viñedo. Son producciones super artesanales, cuasi caseras, todos fermentados en barricas abiertas, prensado y después pasa a otra barrica vieja a descansar un año. Toda los vinos se elaboran igual, pequeñas producciones de 300 a 600 botellas de cada uno, así que donde se ven diferencias no es en las vinificaciones, sino en las añadas y los viñedos, nada más". 


ABREBOCAS Y FLIGHT 1


MONTESCO PIEFRANC DE SAN PABLO FINCA MANOLO 2018 ($850) Y @MICHELINIWINE CABERNET FRANC DE PARAJE ALTAMIRA FINCA BETH 2016 ($1700)


  

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El Montesco tenía días de recién embotellado y sirvió para abrir boca. Y respecto al Cabernet Franc Finca Beth, uno de sus propietarios, Enrique Sack comentó: "La añada 2016 fue fría y lluviosa y la uva no llegaba a madurar lo que se pretendía para muchos, en cambio para Matías fue el año soñado".

Martín Buonsante describió: "En este vino hay fineza, se nota más precisión, nada de voluptuosidad, fruta madura, ni pimientos, las notas de este vino van por otro lado. Notas florales, algo cítricos, pero que generan más sensaciones que descriptores típicos. Hizo dos barricas, masomenos 600 botellas".


FLIGHT 2


@MICHELINIWINE CABERNET FRANC DE SAN PABLO 2016 Y FINCA MANOLO 2017 ($1700)


  


"El mismo vino elaborado de la misma manera, mismo viñedo y mismo varietal. La 17 fue una añada más caliente, más sol, se notó en el color del vino, mucho más intenso que el de la 16. Dos cosechas marcadamente muy distintas. El 2016 está en su plenitud, y el 2017 creo que va a ser mejor vino con más botella. Si bien es un año distinto, al tener una elaboración muy fina, precisa, y la frescura y la acidez que tiene lo va a hacer evolucionar tranquilamente en el tiempo" afirmó Buonsante. En nariz y en perfil se diferenciaban los vinos, pero en boca compartían la misma textura y una acidez muy parecida. A la mayoría les gustó más el 2016.


FLIGHT 3


@MICHELINIWINE TUPUNGATO WINELANDS MALBEC DE GUALTALLARY JUNAINA 2016 Y FINCA 84 2017 ($1700)


  


"Mismo vino, misma variedad, mismo viñedo pero distintas añadas y nombres diferentes. Son dos malbec sin nada de goloso de la variedad, sin ese dulzor, estos van por la hierba, por la textura y por la acidez. Nariz a Gualtallary, algo de piedra", describió el sommelier.  A la mayoría les gustó más el 2017. 


FLIGHT 4


@MICHELINIWINE MALBEC DE CHACAYES FINCA LA BONITA 2017 ($1700)




"Recién servido en las copas estaba algo reducido en nariz, a raíz de su elaboración muy reductiva protegiéndolo del oxigeno, es decir sin hacer tanto remontaje. La reducción es una nota que sólo se muestra en nariz, por eso en boca no se notó. Al embotellarse muy reducido, girando la copa un rato luego se le va esa nota. La reducción ayuda mucho a la protección del vino en la guarda ya que tuvo casi 24 meses en barricas de 500 litros de varios usos" aclaró Martín Buonsante. 

Fernando Cutillo, uno de los propietarios de Finca La Bonita contó que "son siete hectáreas que están en Chacayes. Es de origen aluvional con suelo con mucho carbonato de calcio. Este vino proviene de un viñedo muy antiguo que cuando lo compramos estaba muy abandonado y además la cosecha 2017 fue muy difícil porque estaba muy comido por la  hormiga y salió muy poca producción, 1000 litros nada más de tres hectáreas y media". 


FLIGHT 5


@MICHELINIWINE TUPUNGATO DIVINO SYRAH DE GUALTALLARY 2017 Y TUPUNGATO WINELANDS ARDUINO PINOT NOIR DE GUALTALLARY 2017 ($1700)


  


"El dueño de Tupungato Divino es de Buenos Aires y un día se mudo a Mendoza, compró en Gualtallary, puso una posada, un restaurant y un viñedo. Cuando llegó quería plantar Malbec, pero el que le vendió las plantas le dio Syrah en lugar de Malbec dado que no entendía mucho de viñedos. Un día Matías Michelini va a comer al restaurante y le dice al dueño, que linda tenés la finca, con que la curas, y el otro le respondió,¿hay que curarla?, entonces ahí Matías le dice déjala así como está y no le hagas nada, tal es así que hoy en día sigue igual, salvaje y natural" relató Martín y respecto a los vinos comentó que "este es un pinot que poco tiene que ver con lo que se piensa de un Pinot Noir, pero es como sale de ese viñedo. Estos dos vinos son los que mejor les va a venir el tiempo en botella, son los que hay probar más adelante".


FLIGHT 6


@MICHELINIWINE IRMA LIBERATA SAUVIGNON BLANC DE GUALTALLARY 2010 Y 2012


   


"Estos son dos vinos extremadamente especiales, que no se descorchan seguido. Ambos Sauvignon Blanc, criados bajo velo, una vinificación muy particular. Este 2010 quiso ser el primer Agua de Roca de Matías, pero como no le gusto, en su momento en vez de utilizarlo con otros vinos, lo guardo en el sótano de la bodega, y en el 2017, entró a trabajar el enólogo Germán Masera con él, y cuando hizo el stock de los vinos que tenían, encontró el tanque en el que estaba guardado ese Sauvignon Blanc y al abrirlo, todo lo que se veía era velo de levadura, que lo que hizo fue proteger al vino del oxigeno, de ahí su color casi transparente pero con notas a crianza biológica. Y en el 2012 volvió a guardar una parte, tuvo mucho menos velo, muchas menos botellas pero tiene la misma esencia" detalló Buonsante.


CIERRE


DOLCE UCO 2009 ($2000)




"Este es un vino que estuvo entre cuatro y cinco años fermentando. Es un vino de nieve, pero no porque sea un icewine sino porque se cosecho un día que estaba todo nevado, una cosecha muy tardía. Fermentación natural, levaduras indígenas en barrica vieja, entonces por el nivel de azúcar que tenía, la levaduras indígenas no daban a vasto, entonces, fermentaban y paraban, fermentaban y paraban, así durante casi cinco años. Y lo terminó embotellando porque el restaurante Tegui necesitaba un vino dulce. Es un vino dulce con complejidad, perfecto para quesos picantes y no para postres", aclaró Martín Buosante. 



Y finalizó: "Esto es un poco Matías Michelini, creo que esta línea es la que lo define en su búsqueda de hacer vinos. La búsqueda de lugares, de la no intervención, de mostrar algo absolutamente desnudo y de embotellar viñedos".






 










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