MONTE SELER, 4667 msnm - ¨Respirar y caminar, dos acciones que me salvaron la vida. Un monte colosal se imponia y dirigirme a el solo tenia para mi un sentido: volver a ver a mi padre, Seler Parrado.¨ Nando

Monte Seler es la montaña que Nando escaló para rescatar a la tripulación y que bautizó en honor a su padre, su gran motivación para seguir adelante.

Sus uvas provienen de Gualtallary, Tupungato, Mendoza (1250 msnm). Su fermentación es en pileta de cemento, su crianza en barrica de roble francés de 225 litros de segundo uso.

Monte Seler es el desafío y la determinación. Un vino que nace en la hostilidad de un terruño muy especial, que sabe de contrariedades, de tiempo y de esfuerzo, para acrisolarse luego en pura fineza y armonía.

NUESTRA HISTORIA

Este proyecto honra el fuerte vínculo entre Nando y su padre Seler Parrado a través del disfrute, de la celebración, del compartir del vino.

Todo surge de Aldo Franchetti y su amigo Nicolás Fernández Deotto. La familia Franchetti (de San Rafael, Mendoza) cultivó una gran amistad con la familia Parrado. Durante más de 18 veranos organizaron desde su casa en el sur mendocino las excursiones para visitar el lugar del accidente y rendir homenaje a los fallecidos, entre los que estaban Zenia Dolgay de Parrado y Susana Parrado (madre y hermana de Nando respectivamente).
Este lazo tan estrecho con los Parrado, más el amor por el Malbec Mendocino que tenía Seler (padre de Nando), inspiró aún más a Aldo y Nicolás y los llevó, en el 2020, a proponerle a Nando este sueño. Desde un primer momento él dijo: «iMuchachos, soy parte del equipo!»

¨Respira. Respira otra vez. Mientras sigas respirando, estarás vivo¨
Nando Parrado.

EL EQUIPO

Nando Parrado
Inspirador/Amigo

Aldo Franchetti
Nicolas Fernandez  
Equipo emprendedor

Matias Michelini
Manuel Pelegrina 
Equipo Viticultor

VITICULTURA Y ENOLOGÍA

Nuestros vinos se producen con uvas que nacen al pie de la Cordillera de los Andes, en el Valle de Uco, Mendoza. Las fincas se sitúan entre los 1.150 y los 1.400 metros de altura, y las vides crecen sobre suelos aluviales formados hace millones de años, producto de desprendimientos de las montañas. Son suelos pedregosos y austeros, con poca materia orgánica, ideales para la vid.

Los procesos siempre abarcan materiales nobles como el hormigón y el roble francés nuevo y usado, buscando por un lado una expresión íntegra del lugar a través del vino, como también un vino único que priorice siempre el disfrute en distintos paladares.

En este contexto, la asesoría enológica de este proyecto está a cargo de Matías Michelini. Él es un enólogo por demás apasionado, con una extensa trayectoria en la elaboración de grandes vinos en lugares realmente hostiles (Valle de Uco, Bahía Bustamante, Gramado, Galicia y Maimará, entre otros) como también en agricultura de baja intervención. Mati es de esos ¨embotelladores de paisajes¨, que buscan con altísima precisión expresar toda la identidad de un terruño a través de una botella de vino. Su enología es puro carácter y determinación.

Si de responsabilidades se trata, los viñedos están bajo la supervisión de Manuel Pelegrina, unos de los viticultores más importantes del Valle de Uco.