De Paraje Altamira nos llega Tortoka, que traducido al Euskera es ¨racimo apretado¨, un vino que surge de la amistad entre Alejandro Sejanovich, enólogo y viticultor argentino e Iñaki Otegi, químico y enólogo vasco. Allí, en el país vasco la cepa Hondarrabi Beltza es comúnmente confundida con el Cabernet Franc ya que comparten rasgos genéticos en su ADN, por esta razón este vino ha sido elaborado a base de Cabernet Franc de Altamira.

VIÑEDO: Toko, IG Paraje Altamira.

CEPA: Cabernet Franc

ELABORACIÓN: Este vino ha sido meticulosamente elaborado utilizando una técnica de micro fermentación en distintos bins de cosecha. Se ha empleado una variedad de métodos de fermentación para explorar las diversas facetas del terruño. Parte de la uva fue fermentada con los racimos enteros, lo que

aporta una mayor complejidad aromática y estructura al vino. Otros bins contuvieron granos de uva enteros sin escobajo, que contribuyen a una extracción suave y equilibrada de los componentes fenólicos.

Además, una parte del volumen fue fermentado con maceración carbónica, iniciando la fermentación dentro de las bayas enteras antes de ser aplastadas. Esta técnica ha permitido resaltar las notas frutales intensas y suavizar los taninos, creando un perfil fresco y jugoso en el vino final. El objetivo principal de esta metodología ha sido extraer la máxima expresión del terruño, capturando las características únicas del Cabernet Franc de Paraje Altamira. El resultado es un vino tinto con una amplia gama de  sabores y aromas, reflejo de la complejidad de este terruño.

CRIANZA: 8 meses en barrica de 500 litros usada.