Gran Reserva de Marqués de Murrieta se erige como un símbolo de prestigio y excelencia, elaborado únicamente en años excepcionales, una rareza que habla a las claras del compromiso de la bodega con la calidad. Desde 1852,  Marqués de Murrieta  ha personificado la confluencia de la tradición y la innovación, produciendo sistemáticamente vinos que muestran la máxima expresión de Rioja. 

Marqués de Murrieta Gran Reserva Edición Limitada 2016 es una selección en barrica de los vinos con mayor capacidad de guarda de una añada excepcional. Este coupage está compuesto por un 82% de Tempranillo, un 10% de Graciano y un 8% de Mazuelo, cuidadosamente seleccionados de las 300 hectáreas de viñedos de la finca. Las uvas, que se cosechan entre el 10 y el 18 de octubre, se despalillan y estrujan ligeramente antes de realizar una fermentación por separado por parcela y variedad en acero inoxidable. Cada variedad madura individualmente en barricas de roble americano durante 26 meses, lo que permite que la estructura y la complejidad del vino se desarrollen antes del coupage final.

En la copa, el Marqués de Murrieta Gran Reserva 2016 presenta un color granate intenso con un borde teja suave, que muestra la evolución del vino. La nariz es compleja y perfumada, con aromas de trufa negra y aceituna negra, que aportan una complejidad sabrosa y terrosa, entrelazada con notas de hierbas silvestres, riqueza balsámica y un toque de vainilla. Los aromas de mora añaden un núcleo de fruta vibrante, mientras que los matices minerales calcáreos insinúan la profundidad y el carácter impulsado por el terroir de este Rioja.

En boca, el vino es sólido y equilibrado, presentando un estilo más tradicional y carnoso en comparación con añadas más recientes. Ofrece una interacción armoniosa entre estructura y finura, con taninos de grano fino que aportan sustancia sin dominar el núcleo del vino. Las notas de mora y frutos negros se unen a un toque sabroso de hierbas silvestres, trufa negra y aceituna, que aportan una complejidad adicional a cada sorbo. La textura es lujosa pero sobria, capturando un elegante equilibrio de potencia y sutileza.

El final es largo, persistente y notablemente concentrado, dejando una impresión duradera de mineralidad calcárea, taninos finos y fruta negra refinada. Este Gran Reserva 2016 se destaca como una expresión maravillosamente completa de Rioja, que encarna tanto la tradición como la elegancia en cada sorbo, al tiempo que promete revelar aún más a lo largo de años de cuidadoso envejecimiento.