El trabajo específico en parcelas (menores de 1 hectárea) para el Pintom lleva unos pocos años, pero es la clave. Es lo que marca el ritmo y va refinando al vino cada cosecha.

El Pintom 2019 es más fino y vibrante, algo más mineral y más apretado. Energía delicada y textura. Mantiene la familia aromática de bayas rojas chicas como frambuesa, grosella negra, algo de violetas y la marca de taninos de granos muy chicos.

Viñedo: Un viñedo orgánico, sin vueltas ni medias tintas. La riqueza de la microbiología, especies vegetales, insectos, animales o árboles frutales favorecen la expresión de los matices, ese valor de pureza que da una energía particular a los vinos de Canopus. En definitiva un viñedo vivo, de suelos calcáreo y clima fresco.

Vinificación: la búsqueda de la precisión sin recetas determinadas. Sobre todo en los detalles de los primeros pasos post cosecha. Varias de las parcelas son molidas y pisoneadas a mano muy suavemente para no inducir al arranque de la fermentación tan rápido. Luego permanecen 12 meses en barricas usadas.

El lugar es El Cepillo, Valle de Uco. Un territorio de suelos calcáreos, temperaturas extremas y vientos caprichosos. En diez hectáreas de viñedos observamos de cerca una multitud de sutilezas y matices con el fin de darles un sentido natural y nítido a los vinos.

Y así nacen, desde esta actitud en busca de pureza, precisión y detalle. Sus atributos: fineza, texturas y carácter. 

El lugar propone algo de nobleza y tenacidad, y por eso nos adaptarnos al camino. La finca es orgánica (certificada) y trabajamos con manejos biodinámicos, respetando las condiciones del origen de cada vino, con una intervención mínima. 

En bodega, los vinos siguen procesos naturales, sin correcciones, ni agregado de levaduras. Y la elaboración se realiza en barricas francesas usadas, ánforas o esferas de cerámica.

Sin recetas ni maquillaje, nos queda la actitud, el trabajo meticuloso y sobre todo la paciencia para integrar detalles del viñedo, estimular su biodiversidad y llegar a la máxima pureza en las uvas y su entorno.

En definitiva, esta historia está marcada por el lugar, la actitud y un camino de detalle y paciencia.